dejar de revolver la tierra de tu memoria,
abandonar el sentimiento de un vez por todas.
Dejar de amarte y probablemente odiarte un poco.
Puedo vivir sin la esperanza,
contradecirte cada idea,
hacerte a un lado de mi cama
y sostener mi entusiasmo sin tu cara.
Puedo simplemente hacerte obsoleto,
recordarte como algo simple.
O simplemente no recordarte.
Dejarte atrás como una idea equivocada.
Puedo, más no quiero.
Pues en hacerlo temo por mi.
Temo lo que podría ser yo sin ti.
Me temo, así que no te olvido.
Arely Cortés González