Thursday

Home

Home is where the heart is baby.
I'm following my heart.

Monday

Obtulia

Obtulia murió el trece de diciembre. Ahora que veía a otras como ella, embellecidas por los cuidados ajenos, sentía un poco de coraje. No habían sido cuidados lo que le faltaron, fue más bien exceso de amor. Esa necesidad de tenerla cerca, de saberla protegida todo el tiempo. Pero era diciembre, y Obtulia había querido acompañarlos. Parecía feliz mientras caminaban apresuradamente por las callecitas resplandecientes por la nieve que caía desde la madrugada. Obtulia débilmente sonreía al espectáculo, casi estridente, del blanco. Poco a poco su entusiasmo fue decayendo, y se iba sintiendo más y más ligera, como si su cuerpo se hiciera uno con el aire frío que respiraba. De poco servía esa tenue resistencia de pertenecerle, de hacerse fría a voluntad del viento. Nadie notó su lento camino hacia la muerte; a todos les parecía simpático verla palidecer y llenar de rojo sus mejillas (por la alegría de salir, decían algunos) por el frío templado.

Cuando llegamos a casa la pequeña Obtulia cayó de súbito, como si el hielo en sus mejillas se hubiera convertido en metal. En vano fueron los esfuerzos de todos. La tuvieron que dejar a su suerte, rodeada de piedras pequeñitas y brillantes, hasta que alguien con menos amor se compadeciera del espectáculo tan patético de su propia figura.

Tuesday

Arely viendo llover en Champaign

La lluvia empezó a las 9:40, justo cuando Arely terminaba de sujetarse el cabello y pensaba en partir. Esta mañana no habría café. La lluvia parecía precipitarse con un entusiasmo pueril. Desordenadamente. Y de pronto, un ruidito de certeros golpes contra el pasto. La lluvia se convertía en perfectas esferitas de cristal, a penas si lo suficientemente compactas para no despedazarse en el piso. Y luego más y más grandes. Entonces Arely decidió esperar a que la lluvia se calmara, pero ésta parecía arreciar más.

No pasaron más de cinco minutos cuando la atracción se volvío intolerable. Tomó una chamarra y salió a la calle. Permaneció unos segundos en la puerta del edificio y decidió desistir. Pero antes de dar media vuelta para abrir la puerta nuevamente, sus pies ya se encontraban sumergidos en el primer charco que habrían de encontrar. Y así, con los pies bajo el agua, caminó por más de 25 minutos. Bajo la lluvia. Porque la lluvia se observa mejor cuando se camina debajo de ella.

Bajo la lluvia, todo parece correr más lento. Incluso el agua que los carros salpican a los transeúntes. Parece que nunca terminará de caer, y solo al sentir la brisa helada en las piernas se percata Arely que el agua ha caido por completo. Ha caido en ella.

La ciudad se siente muerta. O en reposo. Uno pensaría que todo deja de suceder mientras la lluvia se apodera de las calles. Pero adentro de los edificios todo sucede como cualquier día. A los lectores de los pasillos, al padre que oficia la misa, al empleado de la cafetería, a todos, poco les importa si es la lluvia o el sol lo que transcurre afuera. Solo Arely, empapada, parece percatarse de eso. Solo Arely espera que el reloj deje de correr mientras ella camina, pausadamente, bajo la lluvia o mientras brinca los grandes ríos de agua y hojas. Solo ella, que llega a su oficina con rastros de la lluvia en la cara, siente que el mundo se está tomando un descanso.

A las 12:40 Arely se percató de que tenía fiebre. Entonces, pensó, quizás la idea de comprar una sombrilla no sea tan descabellada. Pensó que podría regresar a casa, y tomar el café olvidado en la mañana. Decidió esperar.

Por otro lado, afuera sigue lloviendo. Pero las calles ya no son un río caudaloso y amenazante. Aquí, a la desgracia el gusto le dura solo un rato.

Sunday

Empty day. Mi Nagasaki.

Saturday certainly was an empty day until the appearence of that man and his daughter. Un día de aquellos. Desolado. Vacío de gente, de ruidos y esperanzas.

Los 150 minutos en la oficina transcurrieron sin gran motivo. La escasa lectura de Benedetti y el café con leche sirvieron para levantar un poco la imaginación e incitarnos a partir. De regreso a casa me encontré con aquel hombre y su hija. Su apariencia era más delatadora que la mía. Había venido desde Tamaulipas porque el "patrón" contrata a toda la familia. Además aquí la hora está a siete cincuenta, y en Texas a cinco quince.

¿Y yo? Yo no sé. La discriminación no se siente en los pasillos de Loomis. Allá afuera es otra vaina.

Y acerca de la lectura de Benedetti. Es muy cierto aquello de que Nagasaki nos espera a la vuelta de cualquier esquina, debajo de cada piedra. Azotando la realidad ajena (pero cercana), mientras nosotros leemos en el periódico o escuchamos la televisión, y nos escandalizamos (en un sentido muy humanitario) de las desgracias que suceden en otros países.

¡Nosotros estamos en la gloria! Pero nuestra gloria también padece hambre y frío. Hambre y frío.

Friday

América Latina

* * *

... esa división de América (Latina) en nacionalidades inciertas e ilusorias es completamente ficticia. Constituimos una única raza mestiza que, desde México al Estrecho de Magallanes, presenta notables similitudes etnográficas. Por esto, en un intento por deshacerme del peso de cualquier provincianismo mezquino, alzo este brindis por Perú y por una América unificada

[Ernesto Ché Guevara]

Lenguajes

¿Será que la euforia de los lenguajes ha muerto? Y si muere la euforia, ¿muere con ella la causa?

Sobre la lectura desequilibrada

He dejado de leer a García Márquez, y empezado una tranquila y apacible lectura de Mario Benedetti. Es algo así como una lectura de reencuentro, después de que el destino me llevó por azar a aquella tregua y aquella primavera por primera vez hace un año en mi encuentro conmigo y mi país.

Entonces, es como emprender el ambicioso negocio de leer sobre nuestra hermosa América Latina, a través de las letras de unos cuantos.

La borra del café

* * *

Ya sé que está mal, que debía haber pensado en los otros; hoy no lo habría hecho así, pero en aquella época era muy joven y aún no había aprendido a ser hipócrita.


[Mario Benedetti]

Monday

I got rain, in a sunny day.

=D

How can I lose 2 hrs of my life?

Just wait. Keep waiting.

La increible y triste historia de la cándida Arely y su sandalia desalmada.

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Saturday

Yo soy la que no buscas.

[GGM]

There's no earthly way of knowing

Si a mi iPod le caben 1400 canciones, ¿cuántas canciones le caben a mi vida?

¿cuándo se va a retirar Chabelo?

¿cuánto tiempo me tomará leer todos los libros de García Márquez?

¿cómo se entera el cuerpo cuando estoy triste o feliz?

¿quién inventó la nostalgia?

¿de qué se alimenta la luna? ¿y el sol?

¿cómo se mata al azul?

¿dónde se fabrica el rojo?

¿qué se entrega en un abrazo?

¿a quién le canta el viento?

¿dónde murió la inspiración?



***



Y claro, ¿en cuantas chupadas se acaba una chupapop?

Tuesday

"la mort c'est jaune citron et ça sent la vanille"

[Le mari de la coiffeuse]

Le mari de la coiffeuse

Mon amour:

Je m'en vais avant tu te vas.
Je m'en vais avant tu ne me désir plus.
Parce que alors on ne resterais que l'entretien
et je sais que ça ne sera pas suffisant.
Je m'en vais avant je vieillis malheureuse.
Je m'en vais en portant de les goûtes du nos embrasses.
En portant de ton arôme.
Te regarde.
Tes baisers.
Je m'en vais de tous souvenir les années de ma vie, celles que tu m'a donné.
Je t'embrasse longuement, jusqu'a mourir.
Je t'ai toujours aimé.
Je n'ai aimé que toi.
Je m'en vais pour que tu ne m'oublie jamais.


Mathilde

Monday

Is it?

自らの死、それが唯一の絶対的自由なんだ。
Death of the self, that is the only absolute freedom.


[Neon Genesis Evangelion]