Es tiempo de reconocer el rotundo fracaso de estos dos años. E inevitablemente enfrentar con miedo los venideros. Años.
Cansada todo el tiempo.
Es el lugar o soy yo. Siempre la respuesta sencilla es encontrar la culpa fuera de uno mismo. Creo que en esta ocasión, hasta yo soy capaz de reconocer mi error. Pues bien, ya es demasiado tarde y no hay razón para mirar atrás. Y el problema no es poder reconocer el fracaso, el problema es no conocer la solución, condenando todo aquello que podríamos enfrentar. Creo que nunca aprendí a vivir. O simplemente me sobreestimé de tal modo que me creí capaz de todo, sin ser capaz de nada. Me creí maravillosa, valiosa, imprescindible... inevitablemente inspiracional. Ni inevitable, ni inspiracional. Hay que ver mi incapacidad de lidiar con mi propia humanidad.
Pero es que eso de sentir una roca rasgando el pecho todo el tiempo no es nada sencillo.
Pero es que quizás, en algún remoto lugar, yo soy alguien especial.
No creo poder sobrellevar este día. Ya ni pensar en los que restan.
* * *
Isn't that what you wanted? A humility test? There you have it.