la espera que no entrega, promete o ambiciona.
La espera que nació de tu ansia.
Ansia que flirtea, engaña y envenena.
La espera terminó.
La evidente respuesta al anhelo
se entregó tajante a mi sufrir
con la negativa menos transitada.
No te arrojas al abismo
del más puro sentimiento.
No te entregas al suplicio
de este amor que yo te ofrezco.
Más tus miedos no son fríos.
Son tan solo unos entierros.
Entierras el orgullo.
Lo entierras junto a mi anhelo.
Arely Cortés González